martes, 30 de septiembre de 2014

Nada tiene sentido

Nada tiene sentido.

La calidad de la literatura no depende ni del género, ni del tema, ni del tipo de receptores; la originalidad y calidad de una obra de arte estriba en un tipo de verdad y de entrega, que se percibe por igual en las obras clásicas, en la novela adulta o en los relatos juveniles. De este tipo de verdad o revelación nos habla Janne Teller en su epílogo a Nada



Mientras escribía Nada pasé a tener de nuevo catorce años. Pero después me di cuenta de que eso no hacía al libro necesariamente más ingenuo, como había sido mi temor. Sólo tuve que liberarme de todo el equipaje que llevamos como adultos: todas nuestras ideas preconcebidas sobre cómo se supone que tienen que ser las cosas, las decisiones con las que respondemos a (o ponemos a un lado) todas las preguntas sin respuesta de la vida. La gente joven todavía está abierta a las grandes preguntas. Tienen que buscar un sentido a sus vidas como base de las decisiones que van a tomar cuando opten por un camino u otro en la vida. El volver a tener mentalmente catorce años me ha permitido observar los inmensos interrogantes de nuestra existencia con ojos tan abiertos como los de los jóvenes.



Confiesa Teller, al respecto de Nada y su relación con Pierre Anthon, la novela surge como la historia “que hubiese querido leer a los catorce años”. El mundo de los jóvenes -señala Teller- no está libre acciones violentas, de críticas virulentas, de hazañas que ponen en peligro sus vidas o que desafían la moral, las costumbres, los principios, y una postura radical frente a lo inaceptable. 



Nada, la novela de Teller, fue primero rechazada por lo editores que la encontraban peligrosa y perversa; fue luego prohibida en muchas escuelas alemanas, danesas y noruegas; y en la mayoría de los casos vetada por los padres de familia, cuando los maestros decidieron incluirla en los planes de lectura.  Nada, dice su autora, es una novela dura, oscura, que en el fondo esconde una luz de esperanza, que algunos lectores perciben. 




El relato de Teller gira en torno a un juego, a una broma, a una apuesta. Se trata de demostrar a uno de los compañeros que la vida sí tiene sentido. De allí que cada elemento que se agrega a la “montaña de sentido” envuelve una carga simbólica sobre la cual podemos discurrir ampliamente.  Desde luego, afloran varias preguntas: ¿qué significan estos objetos? ¿De qué no desprenderse en el caso nuestro? Lo contrario, ¿de qué desprenderse? ¿De qué se desprenderían nuestros jóvenes? Repito: Nada tiene sentido. 


23 comentarios:

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  2. El "montón de signifcado" más que una apuesta es encontrar el sentido que tiene la vida, una pregunta que ha rondado en la mente del hombre por siglos ¿Cuál es el sentido de la vida? Asi, que cuando Pierre Anthon descubre que nada tiene sentido, este grupo de chicos pretende encontrarlo, y en medio de esta búsqueda cada uno pierde algo valioso, objetos que hacen parte de lo que configura el ser de cada uno, los representan.
    El significado se convierte en una búsqueda personal que acaba con la inocencia de los chicos y al final se encuentran con la paradoja de que el significado ha perdido su valor, y Gerda y los chicos encuentran solo vacío, nada, porque al dar lo más importante cada uno se perdió a sí mismo, convirtiéndosen en lo que menos querían ser "adultos muertos".

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  3. Un juego de simbologías que parten de la inocente visión de un grupo de niños, que a partir de la reunión de un conjunto de elementos a los cuales le otorgan diferentes valencias de sentidos, cada objeto representativo del ejercicio falaz del tránsito del niño al adulto, cargado a pocos de institución, roles, costumbres, protocolos, familia y escuela, buscando como meta convencerse y conversar al otro de manera arraigada sobre los fines de la vida misma; una mirada problemática y perturbado sobre la adolescencia, fuera de toda ingenuidad y romanticismo dulzón característico desde la mirada generalizada de los adultos. Desprendernos de que?, de todo aquel limitante óptico que nos transforma lo bello en cotidiano, la angustia en moralinas baratas, el riesgo en rutina, la reflexión y el cuestionamiento en academicismos absortos a la experiencia misma, la sorpresa por lo fatico, la creatividad en reproducciones hastiosas. Con que quedarnos? el despropósito, el desfase, el cinismo, el sarcasmo, la poca vergüenza, la facultad de reducir el todo a la nada. Solo retornando al transitorio estado del dolor, hastió, cansancio y con la carga ahogándonos el espíritu hasta la muerte, rememoraremos los fastuosos estados de reflexión inquisitiva sobre el sentido de nuestra existencia y el trasegar históricos de nuestro espíritu cansado de ser, yaceremos, y naceremos para ser siempre dentro de nuestra propia humanidad.

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  4. Nada logra generar una crisis frente a qué puede tener significado y qué no en la vida diaria de estos jovencitos y por ello se dan a la tarea de buscar en lo más profundo de sus vidas que puede ser tan valioso y de lo cual costaría desprenderse, así pues, emprenden un camino dificultoso en la que logran obtener una montaña de cosas preciadas de cada uno, que para ellos reúnen un significado invaluable y un motor por el cual tener la esperanza viva.
    Pienso que más allá de un objeto material, de lo que menos se debería desprender un ser humano es de aquello que lo impulsa a seguir adelante (familia, amigos, Dios, etc.); pero si desprenderse de lo que tortura, de lo que aqueja, de lo que logra marchitar el alma y las ganas de vivir.
    Los jóvenes en la sociedad en la que vivimos se desprenden tristemente de la vida misma, por los prejuicios y las “verdades absolutas” que se les impone; sin embargo, creo que un acercamiento a nada, los haría replantear esas “verdades” y más bien desprenderse de los prejuicios, luchar por su libertad, sus sueños, manteniendo así el fuego de la esperanza prendido para siempre…

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  5. “Nada” conduce a una constante reflexión alrededor del para qué de nuestra vida. Es imposible, en principio, generalizar de qué o cuáles cosas se desprenderían los jóvenes hoy día, pues como se percibe en el texto, son particularmente arraigados a la vida de cada quien y sólo al desprenderse de ellos se da cuenta del significado que tienen o que adquieren al dejarlos. Por ejemplo, pensando en las sandalias de Agne, se diría que “no es la gran cosa” a comparación de perder un dedo pero por eso, los objetos significan la materialidad de una o varias experiencias de los personajes vividas alrededor de determinado objeto, sea entonces una simple manta o el cadáver de un hermano. Jóvenes y adultos debemos desprendernos de normalizar y de designar a cada etapa, acto o momento un significado en apariencia, que creemos debe tener, pero sin un sentido real para nosotros y así, no seguir en el ascenso de adultos muertos, si no mejor de vidas humanizadas. Como sugiere la autora, la cuestión es que no vivimos en el largo plazo, vivimos en el corto, aquí y ahora, siendo el ahora lo que importa y donde la experiencia configura el significado. Finalmente, sin la Nada, no pensaríamos en el significado, por lo tanto, la Nada tiene sentido.

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  6. Nada resulta siendo todo un enjambre de significados en esta novela y en la gran reflexión que genera Teller en su relato, ‘’el montón de significado’’ resulta traspasar la barrera de lo físico para tocar las fibras más sensibles y vulnerables del espectador ante tales sucesos materializados en unos niños. Dichos objetos son un simbolismo que nos hace dar unos pasos atrás y recordar esos pequeños y grandes objetos que guardábamos como únicos y que nos generaban una especie de cuidado y responsabilidad que nos hacía sentir grandes, y que sin explicarse desplegaba una serie de emociones que solo como niños comprendíamos, eso pasa con nada y con sus personajes, eso pasa con el montón de objetos que en una lucha del todo por el todo resulto despertando sentimientos convulsionados y de impresión.
    La sociedad tiene que ver mucho con la perversión de los significados en los objetos por eso paso lo que paso con los niños, la reflexión también se centra allí, los jóvenes de ahora tiene muchos significados que son objetos materiales o fantásticos que son tan importantes que al tocar el discurso social se pervierten; es cierto que es bueno desprenderse de lo material pero también es bueno crear experiencia con estos objetos cuando se es joven y se quiere conquistar el mundo, también es bueno pensar en los límites de nuestras metas creo que aunque se recurre mucho al existencialismo se aluden a varias críticas constructivas sobre la escuela, la sociedad y la amistad y en general sobre la vida misma.

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  7. ¿qué es la nada? una pregunta que ha venido a mi mente desde que tenía quince años, la Nada de Jane Teller se remite a una idea, a mi juicio, meramente occidental, en la cual se vincula con una pregunta existencial del por qué de nuestra existencia, concebida la nada como un estado indescriptible con una atmósfera sombría, partiendo del hecho de que la existencia humana conduzca a un estado del cual no concebimos, la nada es vista como un punto hacia la muerte. Al contrario en oriente, la nada es vista como la inconsciencia del ser o algo que va más allá, que es indescriptible que acompaña la energía de los dioses, el llamado estado del nirvana.

    ¿cuál es el sentido de su vida? una pregunta fundamental que debemos hacernos para dar claridad y orientación a nuestra existencia en el mundo, Pierre Anthon la fórmula no sólo a los niños de séptimo grado, sino al mundo, sentado en el palo de duraznos contemplando lo efímero del ser. Los chicos repetían sin claridad “montón de significado” sólo lo repetían, por eso les fue fácil vender su montón de significado porque consideraban que el sentido de la existencia estaba en un cuarto escondido. Odiaron a Pierre Anthon porque no encontraron una respuesta para el sentido de su vida, más allá de perder la inocencia, perder la vida de dos animales, perder una parte del cuerpo, contemplar la muerte de un niño, matar el símbolo de la fé ¿por qué todo esto es importante? que hace que esto vaya más allá, que trascienda y dé un sentido a la existencia, preguntas que formuló Pierre Anthon causando lo que muchos sienten, confusión de la existencia. El sentido de pérdida en la vida siempre estará presente.

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  8. Nada de Teller es un recorrido por la imaginación del mundo juvenil, en épocas en las que estamos sumergidos en mares de información, que no precisan conocimiento, sino que por el contrario son condicionantes a pensar que lo que hacemos no tiene sentido, recuerdo el mito de Sisifo de Camus, en el que la atención se centra en cómo se puede salir de la cotidianidad, Pierre Anthon, es el personaje que se pierde en su mirada pesimista del mundo, que sabe que ya no hay sentido, pero, sus compañeros de clase en un afán por demostrar que aún hay sentido en cada uno de nosotros, construyen el montón de significado, que empieza con entregas un poco más accesibles, pero, que luego genera un desenfreno dentro de los mismo jóvenes, llevándolos a cometer actos que no creían realizar, al final el asesinato de Pierre Anthon se convierte de alguna manera en la luz esperanza para un mundo cada vez más lastimado, los jóvenes que luchan por no perderse en el pesimismo, sino que ven que la vida en sí misma es el significado.

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    1. Nada; es una novela de escenas surrealistas, duras, e incluso indolentes. Que nos hace sentirnos escandalizados ante la aparente crudeza de las mismas- La configuración de la muerte, la manipulación del cuerpo como objeto sin valor aparente, la capacidad absoluta de desprendimiento- entre otras, son las temáticas que circundan la novela, y a su vez se presentan como una reflexión profunda sobre el valor de la vida; no en la tangible materialidad, ni en mediación de la “educación sentimental”. Es inevitable no reconocer en la novela la aparente falta de la “operante moralidad social”; sin embargo, el concepto de la moralidad, (develado en este libro) no es más que el constructo social y maniqueo de lo correcto e incorrecto para alcanzar la sana convivencia. Pero, ¿Cómo hablar de sana convivencia, cuando la moralidad, predicada no sólo por un grupo humano en particular, también por la religión y finalmente instaurada por la escuela como mecanismo de control; no agencia los procesos para establecer la paz en medio de una sociedad frenética y al borde de la demencia, con un saciedad inacabada de poder? En ese sentido, veo valioso la lectura de este libro; que apela más al sentido común que a la reproducción de ese concepto de moral injustificado como suele darse en otro tipo de textos y novelas, donde el mensaje es explicito. Incidentalmente, El ejerció por parte de los estudiantes protagonistas de esta obra: el de hacer un “montón de significado” como prueba de lo valiosa que puede ser la vida. Nos enseña que esta por sí misma, no se agota en el vacío y el tedio de la existencia. El estar enmarcados en un espacio y un tiempo, implica un autodescubrimiento del ser y estar; que bien, responde a evaluar la misión y el papel juega ese sujeto en la construcción de esa sociedad coherente y corresponsable, que a su vez, en la interiorización, le hace posible comprender el origen y la esencia de sí mismo. En suma, la novela nos enseña que el desprendimiento del bien material es uno de los pasos para entender cuan valiosa es la vida en sí misma; su riqueza y al tiempo su fragilidad; la dimensión sentimental y el protagonismo cobrado en esta novela, refleja que el amor es entregar al ser más querido y llevarlo a un estado superior de magnificencia; lo macabro entonces, no es más que un pacto con la memoria y una evocación, en la que lo físico hace un tránsito a lo simbólico que dota de valor incontable a lo querido y define la esencia del sujeto.

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  10. 1.¿Qué significan estos objetos?
    Cada uno de los objetos que aportaron los niños expresaban un sentido de pertenencia y de apropiación. Era la relación del individuo con lo material: el Jesús de la cruz, el dedo índice, la alfombra de rezos, entre otras cosas. Y con lo inmaterial: la inocencia de Sofie. Esos elementos materiales e inmateriales mostraban su subjetividad, su construcción como personas en el mundo y con el mundo. También significaban en la mayoría de los casos vínculos profundos, pero olvidados, quizá por la cotidianidad, relación que hace obviar lo importante, es decir, lo que llena de sentido a alguien para existir.
    Pero pasó algo, Pierre Althon fue el caos, el volcán en erupción que provocó la tempestad y los hizo reflexionar desde dos perspectivas: la individualidad y la colectividad. La reflexión desde la individualidad se evidencia en el momento de que cada sujeto percibe que hay elementos materiales e inmateriales que tienen un sentido, sentido que entienden cuando les quieren quitar esas pertenencias con: rabia, llanto, impasibilidad, entre otros sentimientos. Y que los hacen ver cómo si hay algo que les importa, aunque a veces también entienden cómo cambia ese significado y lo que tenía significado deja de tenerlo o se transforma en una nueva forma de sentido. Y desde lo colectivo en el reconocimiento de los unos con los otros, cuando cada uno de los niños señalaba qué debía aportar el otro al montón de significado. Este caso es muy evidente con Agnes, ella demoró mucho tiempo en identificar que podía aportar Gerda, qué era valioso para ella hasta que descubrió el hámster. Finalmente los objetos significaban muchas cosas: reconocimiento de su individualidad, apego, vínculo y como ya lo exprese antes su estar en el mundo.

    2.¿De qué no desprenderse en el caso nuestro? ¿De qué desprenderse?
    En nuestro caso no debemos desprendernos de la búsqueda del conocimiento, de las ganas de aprender, del amor por: el arte, la literatura, el teatro o mejor dicho el amor por cada una de las cosas que nos hacen ser. Pero también no debemos desprendernos de la alegría y el valor de compartir ese conocimiento, del trabajo de mejorar como seres humanos y compartirlo con los otros: nuestros estudiantes, amigos y demás personas y seres del mundo. Tampoco debemos desprendernos de la responsabilidad política que tenemos en la sociedad, de protestar ante las injusticias y de ofrecer alternativas para el bienestar social.

    Debemos desprendernos de las cosas, personas, situaciones y pensamientos que no nos dejan ser, que nos hacen daño y no aportan a la construcción de nuestra humanidad. Y aunque algunas veces tenemos que presenciar algunas cosas que mencione anteriormente, lo importante también es reflexionar sobre esos sucesos.

    3.¿De qué se desprenderían los jóvenes?
    Yo creo que nuestros jóvenes se desprenderían de muchas cosas que se encuentran en la escuela: de la autoridad, de algunas normas de los manuales de convivencia, de que los griten, de las imposiciones arbitrarias, de que los obliguen a aprender cosas a las cuales no les ven sentido. También creo que les gustaría desprenderse de un sistema sociocultural que les niega la posibilidad de ser y que no les da la oportunidad ni los apoya para crecer.

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  11. La novela Nada por Janne Teller, tiene dos aspectos muy interesantes.
    El primero, es que la palabra "Nada" va más allá de ser una simple palabra, deja de tener un sin sentido para convertirse en casi que un sujeto que trae consigo el siguiente aspecto: la esperanza, ya que es precisamente por medio de la controversia que generaba Pierre Anthon que los niños se permitieron idear las maneras de demostrarle que había cosas que valían la pena, que podían ciertamente llegar a ser tan significativas para no estar inmersos en ese esquema que planteaba Pierre.

    Como bien lo ha sugerido Ernesto Sábato, tras el pesimismo se aguarda la esperanza por muy tenue que se vea y es así que son los elementos de cada niño representaban sentido, esperanza, lucha por pensar que había algo más que "nada".

    Con lo anterior, si algo de lo cual no deberíamos desprendernos es de la Fe y la Esperanza para tener una vida mejor y aferrarnos así sea a lo más mínimo para poder derribar ese "nada tiene sentido", cuando es hasta una sonrisa la causa de un buen día.


    Atentamente, Alejandra Montoya.

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  12. Jane Teller en su obra Nada consigue un acercamiento al existencialismo. Si bien, éste no se enmarca en el estilo de autores como Albert Camus y su extranjero -puesto que la narración se sitúa desde dos lugares distintos- el existencialismo que aborda Teller en su novela cobra relevancia en la medida que está desarrollado desde la perspectiva de un joven, cuyo nombre es Pierre Anthon.

    Entonces, es preciso observar el concepto de moralidad que se vislumbra en esta novela. Tal como la concebimos, la moralidad se configura a partir de las concepciones de qué lo que es bueno y malo y que ha sido convenido por la sociedad. Este, es precisamente el punto en que sucede la transgresión que hace la novela alrededor de lo moral, puesto que desde la visión juvenil los actos cometidos no son sometidos a una evaluación moral justamente porque no se tiene total y completa consciencia de las acciones -como vemos con escenas que se tornan un tanto macabras- y se está en una crisis que genera la búsqueda de un significado con que pueda establecerse la posibilidad de dar sentido a la vida. Así pues, las acciones cometidas por los personajes han de ser juzgadas desde un mundo adulto que intenta remediarlas mediante actos punitivos; pero, cuya visión claramente no adquiere un carácter relevante dentro de la obra.

    De manera que, son personajes como el mismo Pierre Anthon, Rikke-Ursula, Jan-Johan, Sofie, la pequeña Ingrid, etc., los que van a conseguir que el lector ingrese en un estado de desequilibrio que lo lleve a acompañarlos a encontrar un significado. No obstante, las inquietudes persisten: ¿Existe realmente algo que tenga significado? ¿nada lo tiene? siempre que queramos una pronta respuesta podemos acudir a Pierre Anthon, después de todo él hace mucho que lo sabe.

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  13. NADA, es una novela que pone de manifiesto el existencialismo, tema que ha sido tratado desde diferentes enfoques por las humanidades. La búsqueda del sentido de la vida, es tratada aquí a través de ese “montón de significado” que los niños construyeron.
    Los niños se veían enfrentados a muchos cuestionamientos por las palabras de Pierre Anton, quién constantemente refería esta frase: “NADA TIENE SENTIDO”, ellos en la búsqueda de ese sentido se pasaron incluso del límite. Eso que empezó como un juego o travesura, paso a tener dimensiones inimaginables.

    ¿Qué significaban esos objetos?, considero que hacían parte de la construcción de vida de cada niño, fuese un simple elemento deportivo o una extremidad, cualquiera tenía un valor, un significado especial. Es por eso que el “montón de significado” daba respuesta a que hay cosas que tienen sentido en la vida y que son tan importantes que es difícil desprenderse de ellas. Ante la pregunta ¿De qué no me desprendería? Debo admitir que soy muy apegada a las personas, principalmente a mi familia, por lo que no me desprendería fácilmente de ellos. Esto pone en cuestión, que el sentido de nuestra vida puede depender de las relaciones con otros u otras cosas.

    La pregunta ¿De qué debo desprenderme? es interesante, pues muchas veces la podemos asociar con cosas materiales, pero pienso que más allá de esto, hay que desprenderse de estigmas y estereotipos sociales que nos condicionan como sujetos y no nos permiten apreciarnos como humanos.

    Los jóvenes muchas veces se ven envueltos en estos dilemas de sentido sobre su propio ser, algunos le encuentran sentido hasta a cosas mínimas, pero hay otros que no le ven sentido a nada ya sea por condiciones familiares o sociales en los que no encuentran significado. Teller atraviesa en esta novela todo este camino, tejiendo una reflexión sobre el significado de la vida, lo cual me parece magnifico, pues lo lleva a uno a contemplar aquellas cosas que nos resignifican.

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  14. Nada es en muchas ocasiones la palabra que sale de nuestros labios cuando no queremos explicar algo que siempre será importante; todos hemos tenido y tenemos momentos en los que pensamos como Pierre Anthon, que la vida no tiene sentido y que por esta razón nada importa; la cuestión es si dejamos que esa actitud gobierne nuestra vida o si nos permitimos encontrarle significado a esa nada, que seguramente nos negamos a entenderla porque nos puede aterrorizar simplemente por el miedo a conocer más de nosotros mismos, de lo que somos capaces y hasta dónde podemos llegar, por encontrarle significado a las cosas, personas o situaciones que nos rodean.
    Y aunque como le sucede a Agnes, no encontremos la definición exacta de eso que nos da miedo responder, pues, sabemos que si nos duele, si nos afecta, si ocupa nuestro pensamiento, es definitivamente algo que tiene sentido; por esta razón nada es el reflejo de no querer salir de sí para encontrarnos con nosotros mismos.

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    1. Todos poseemos un Pierre Anthon dentro, dice Jaine Tellier aclarando la voz creadora de su novela; una vocecilla que tal vez desde niños intuimos y que delicadamente se instala detrás de cada acto. En ocasiones, como en la novela, la voz estalla: “nada tiene significado” delatando la banalidad de casi todas las acciones; en otras la voz siempre nos ha acompañado en el curso de la vida casi a punto de rozar el silencio. Digo casi todas las acciones, porque a mi juicio es el ejercicio de preguntar el que se instala a través de la insolencia y la rebeldía de dicho personaje, evidenciando una actitud frente a la existencia porque la pregunta es siempre una actitud filosófica y diríamos siguiendo a María Zambrano que su esencia es la creación del ser. No encontramos significados absolutos, porque del mismo modo no llegamos a respuestas univocas, no podemos ser constantes y definitivos, ello implica que el asunto del significado trata más de su búsqueda, que de su hallazgo. El montón de significado es una ofrenda a esa búsqueda, es su itinerario, parte de objetos sencillos hasta llegar a la cumbre de objetos más complejos e incluso abstractos: las zapatillas, la bicicleta, las trenzas azules… la pureza, el dedo de la mano, el cadáver, son tan sólo una expresión podría decirse algo frenética de la vida misma, porque tratar de construir significados es tejer formas de delirio. En vano se entregaron los objetos, pero lo que la autora permite intuir es que el significado no estaba totalmente en ellos, sino a través de ellos, se hace entrega de las identidades, de los lazos afectivos, de la interioridad, los talentos, la tranquilidad, todo lo que puede hacer de la vida habitable, pero en suma es una búsqueda que confluye en la tragedia, pues cada vez que se nos ofrenda una verdad, algo de nosotros se pierde en ella, quizá porque la verdad es como la belleza –insondable- y recordando a Rilke toda belleza es terrible.

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  16. Los objetos adquieren lo que se podría llamar el significado de la vida; demuestran dos cosas: que nada importa ya que no hay un sentido o un porqué convincente a todas las hazañas que emprendemos cada día, pero a la vez que cualquier cosa puede adquirir una simbología especial, que así como nada importa, también todo lo puede hacer, depende de donde se mire. La riqueza radica en que probablemente muchos de nosotros nos preguntamos alguna vez para qué molestarnos en hacer lo que nos dicen debemos hacer, porqué y para qué. El problema radica en los límites que se sobrepasan para hallar sentido a la vida. Por ello creo que de lo que no se debemos desprendernos es de la persistencia, pero para llegar a alcanzar lo que se quiere siempre habrá un marco delimitado (hasta aquí puedes y debes llegar). Además, no debemos desprendernos del recuerdo, pues jamás se nos puede olvidar que hemos sido niños, adolescentes, jóvenes y todo lo que ello implicó. Por último, no debemos desprendernos de la búsqueda de significado a nuestra vida, cada cual lo buscará a su modo, pero debe hacerlo.
    Nuestros jóvenes probablemente piensen en desprenderse de aquello que no les permita ser y estar bien consigo mismo y disfrutar de su vida (órdenes, cuestionamientos, reproches, prejuicios, regaños, conflictos…), lo cual podemos buscar también siendo adultos. La diferencia me parece que se encuentra en cómo nos deprendemos de lo que no nos deja ser como deseamos y cómo reaccionamos ante los estados de crisis.

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  17. Me resulta difícil imaginar un acto en la vida humana que en su estructura profunda no tenga presente la cuestión acerca del significado. Muy por el contrario cada cosa la hacemos con una intención, entonces ¿por qué en la novela la escuela es un lugar (espacio de la novela) y no un punto central?, como docente me interrogo cómo la escuela pasa como un gran vacío en la vida de los adolescentes, acaso ella carece de significado en forma tal que termina siendo un punto blanco en la vida o ¿acaso la convivencia, la alegría y las consecuencias que confluyen en la escuela se ven opacadas por el conocimiento enciclopédico? es de esta manera que todo el significado se da en objetos. A partir de lo anterior, es para mí la novela clave para entrar a un mundo que de alguna manera lógica hemos olvidado, uno en el cual las palabras y las sensaciones valían por sí mismas y no por lo que sabemos acerca de ellas. ¿Qué es educar si no es hallar significado? ¿Nos centramos en dar definiciones?

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  18. Nada, se configura a partir de una pérdida de sentido, a la vez que esta duda por el significado de la vida, permite concebir su búsqueda, pero esta búsqueda incluye sacrificios, ¿Qué somos capaces de de dar por el sentido? Pareciera que en esta búsqueda los personajes hubiesen dejado parte de sí mismos por encontrar algo que los trascendiera, sin embargo esto, provoca pasar los limites, dar algo que hace parte de mí para construir sentido, por lo cual el sentido de la vida se totaliza en ese montón de significado que se encuentra fuera de cada uno, caso de Sohpie que pierde la cordura en el momento en que da algo más de sí, pasa los límites de su propia conciencia, por tanto surge la pregunta por ¿Qué no sería capaz dar de mi? Ante esta última pregunta, creo que sería mis creencias o mis ideales, debido a que son el motor de mi vida, lo que me permite ser quien soy; por tanto, hay ciertas significaciones para mi vida, que sería incapaz de dar, pus mi vida perdería sentido, o pasaría a centrarse a un objeto externo.

    Surge otra pregunta por ¿Qué significa cada elemento en el montón de significado? Cada uno de los elementos significa en la medida en que está relacionado con una persona, existe un vinculo personal entre este y la persona que lo hace ser diferente y significar frente a todos los demás elementos existentes, en ese sentido, el montón de significado cobra sentido en la medida en que se relaciona con cada una de las personas participantes, a la vez que significa por el sentido que le da cada uno de ellos, debido a que en cada objeto, símbolo o cosa, se entrega una parte de sí mismo, parte del sentido de nuestra existencia.

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  19. Sensaciones de vacío y angustia que entrelaza el hilo narrativo de Nada. El vacío de no encontrar que nada sacie el espíritu de un joven, Pierre Anton, quien constantemente se pregunta por el sentido de su existencia y al encontrar que en su mundo ya nada importa decide dejarlo todo. La angustia de permanecer en el mundo sin encontrar un sentido, y de sus compañeros por hacerlo desistir de esa idea ¿Pero es en realidad que nada importa? ¿Qué sentido tiene la existencia? En el mundo de la vida humana estos interrogantes ha determinado horizontes de sentido de acuerdo a las experiencias que cada quien ha tenido en su existencia, así mismo, son muy constantes en los jóvenes cuando empiezan a comprender el mundo que los circunda. En Nada se hace relevante el significado que las cosas empiezan a tener para los jóvenes en un intento por la angustiante labor de demostrarle a su escéptico compañero Anton que si hay cosas que tienen sentido con el “montón de significado”. Con esto se hace un tejido de significado construido colectivamente en el que se deja un pedazo de ser como algo sagrado que llena la existencia, y en ese largo camino por comprender ese sentido se constituye una sinfonía sobre lo superficial y lo profundo, lo bello y lo macabro, el sufrimiento y la alegría, la muerte y la vida, el miedo y la valentía. Complementos que determinan el ciclo de la vida, y que de alguna manera estos jóvenes terminan por comprender.

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  20. Una búsqueda interminable de sentido, eso representan los personajes de la obra nada, representan una búsqueda que no sabernos si en verdad tendrá fin, si la vida cotidiana o un objeto, o una sensación construida por la sociedad, o alguna parte de nuestro cuerpo, o el respeto, o la dignidad, guardan en su fondo algún significado, nuestro propio Pierre Anthon, vive día tras haciéndonos esa pregunta, y otras mil voces nos piden buscar significado.
    La novela es un retrato de nuestro diario vivir y como lo menciona la autora en la nota preliminar del texto todos llevamos un Pierre Anthon dentro lleno de preguntas sobre el significado de este mundo cada día más oscuro y frágil, de una sociedad cada vez más alejada y distanciada, de rostros cada vez mas invisibles, y recurrimos a la pregunta ¿qué somos capaz de dar por encontrar sentido?, y es cuando la misma existencia humana puesta en un retrato de niños nos muestra cuanto estamos dispuestos a hacer por encontrar significado, y es cuando la verdadera pregunta se acerca y nos interroga ¿cuando estoy dispuesto a sacrificar por encontrar significado en mi vida?

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  21. Trozos de enigma, un oculto evidente, “Nada” como la persecución en el pensamiento de la búsqueda, en este caso, la infantil percepción de un grupo de niños. La obra rescata la búsqueda misma del significado de la existencia, en particular habita la pregunta y su cuestionamiento acerca de ese sentido esencial que nos impulsa, que nos advierte, que nos seduce para luego ser abandonados. “Nada” es la incisión de los desalientos humanos, los hábitos del alma que reclaman dentro de un cuerpo y en esa lucha de sentido juntar los pedazos de significado resulta tarea compleja. Para Pierre Anthon la vida carecía de esencia, sus amigos no aceptaban la evidente verdad de su condición humana, no les interesaba; él aceptaba con desdén la suya.
    La sociedad nos ha estado encadenando al idealismo de “ser alguien en la vida” y de allí emprendemos la búsqueda eterna para significar algo en los demás, para no parecernos entre nosotros, porque nace una urgencia de la vanidad, de superficialidad forjada por el consumo y los hábitos de mentes vacías, con frecuencia alejándonos de la repetición y obedeciendo a nuestro ser particular. En el momento en que Pierre Anthon dice “desde el momento que nacemos estamos muriendo”, obedece a una naturaleza ya dicha, existente siempre en cada palpitar y de lo que somos esclavos, tratando de ser el modelo del ser humano que queda atrapado entre la presunción y el husmeo de la felicidad, esa penumbra que oscila para salvarnos de lo que nadie quiere ser. Lo superficial seduce a como dé lugar para encaminarnos en el mundo de las máscaras y en la misma falsedad. La vida de afuera les muestra a los niños una vida llena de prácticas banales, aperturas a la vida fácil e indolente, las acciones mecánicas que no hacen pensar ¿Quiénes somos?, ¿hacia dónde vamos?, ¿qué deseamos?, ¿quién nos determina?, ¿desde dónde nos determinamos a nosotros mismos? y un sin número de preguntas que hoy en día no caben en el espacio de los afanes y las grietas de la rutina.
    “Nada” es una obra que permite enseñar a los estudiantes desde la fisura de eso que nos hace seres humanos, la posibilidad misma de pensar-nos, hacer pasar el cuestionamiento de la pregunta que se atraviesa por la mirada nublada y de la zozobra callada, se hace necesario permitirnos razonar en el sentido trascendental y posible, pensarnos y preguntarnos por nuestro sentido mismo y el espacio que ocupamos y que evidentemente son cuestiones que nos circundan e involucran.

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