“Él habla italiano, habla francés, pero el italiano y el francés no le salvarán allí donde se encuentra, en lo más tenebroso de África. Está desesperado como una solterona, como un personaje de dibujos animados, como un misionero con su sotana y su salacot a la espera, las manos entrelazadas y los ojos clavados en el cielo, mientras los salvajes parlotean en su lenguaje incomprensible y se preparan para meterlo de cabeza en un caldero de agua hirviendo. La obra de las misiones: ¿qué ha dejado en herencia tan inmensa empresa destinada a elevar las almas? Nada, o nada que él alcance a ver.”
Este fragmento de Desgracia (1999), de J. M. Coetzee, da cuenta de una de las escenas más violentas de toda la novela, el momento en que los violadores de Lucy deciden quemar vivo a David Lurie, profesor de poesía, retirado -ahora más que nunca- de toda propuesta de comunicación con los hombres. No solo su formación, su erudición, su cultura no servirán de nada sino que desde el principio queda claro que sus mismos esfuerzos por comunicar una idea del arte, de la belleza y de la poesía se chocan contra la brutalidad y la mojigatería. En medio del mundo moderno -tan chato, tan oportunista, tan presto para la sanción- David está absolutamente solo.
Son frecuentes las imágenes que ofrece Coetzee sobre esta condición del hombre rodeado por un entorno tenebroso, amenazado por la barbarie, por la ignorancia, por la violencia, por la intolerancia. ¿Existe acaso la posibilidad de escapar? ¿Tiene Lurie la posibilidad de refugiarse en sus clases, en su oficina, en sus amoríos fracasados, en la vida conyugal, en el idilio campesino, en su rol de padre y protector? Lurie muestra un deliberado desprecio hacia todos estos lugares comunes, hacia todas estas salidas fáciles.
El profesor Lurie ha abandonado para la siempre no solo la confianza en la moral pedagógica y en la idea de aleccionar o adoctrinar a los otros, la idea de cambiar el mundo o de modificar las costumbres como lo soñaron los misioneros. Preferible, tal como van las cosas, dedicarse a acompañar los animales condenados a muerte, dedicarse a labrar la tierra seca o escribir una ópera que nunca será interpretada, que pretender cambiar a los hombres.
Unos versos de Byron (Lara, canto XVIII) dan una pista clara sobre el signo que cobija este relato:
Y fue un forastero en este mundo palpitante,
un espíritu errante, arrojado de algún otro;
fue un bulto de oscuras imaginaciones, que porque quiso
dieron forma a los peligros que él evito por azar.
Se podría pensar que en la novela el título apunta a la historia de un hombre desacreditado profesionalmente, despojado de su rol de maestro; o de un amante agobiado y sediento que apenas encuentra reposo; también en una historia en donde los golpes más duros derivan de la impotencia. Los versos nos muestran otra posibilidad de acercarnos a David Lurie, el sirviente de Eros. ¿No es David Lurie el espíritu errante del que habla el poema? Entonces, “desgracia”, en el sentido religioso se dice de aquel que ha sido despojado de la “gracia”.
No se trata solo de una contienda social y política, de recientes rencillas que han dejado marcada a una sociedad (la de unos blancos que por generaciones excluyeron a una comunidad y la redujeron a la condición de seres marginales), sino de hacerse un extraño, un hombre errante, desapegado de todo, incluso del perro -su único amigo- que al final entrega al fuego. No hay retorno posible en este historia: ensueño docente, amoríos pasajeros y aventuras sensuales, vida conyugal, idilio pastoral, creación artística, reconciliación social, perdón y olvido: todo apunta al fracaso, al desencanto. Lucy, sacada de su elección sexual, devuelta a la fuerza al rol de mujer y de madre- lleva ahora en sus entrañas -y decide darle vida- a un hijo fruto de la violación y de la furia: he aquí un signo más de la adversidad, de la desgracia.



Frente a la condición humana, considero que tanto David como Lucy muestran modos similares de enfrentar las situaciones; ambos huyen, aceptan, esperan e ignoran, pero en verdad se pierden en sus dificultades (Lucy la violación y el hijo que espera y David el exilio de la Universidad y de su vida habitual) y a la vez intentan sanar sus heridas y tristezas en compañía, aunque como perfectos extraños que viven en el mismo techo (en la granja de Lucy, lugar que recrea con sus muros la terrible situación que ella vivió).
ResponderEliminarPor su parte, la educación que se muestra en la obra no está lejos de lo que vivimos en la actualidad, mentirosa, puritana y tapada. Por un lado, David como otros compañeros de lucha (aunque no luchen), están reprimidos porque no lograron desempeñarse en otros cargos y roles y no le dan el valor real a la educación de país, por otro, la educación se tilda aún de inflexible y es porque se ha quedado en el siglo XIX tratando de vivir en el siglo XXI, pero a la vez es engañosa y tapada, porque en su afán de no perder legitimidad y vehemencia ante la sociedad, cubre las situaciones que la puedan poner en tela de juicio y allí que aplaudieran que David se fuera y se alejará de la Universidad, esperando que el tiempo lograra borrar en la comunidad universitaria y en los medios, el bochornoso acontecimiento con su alumna.
también, creo que reconciliarse con la vida, pese a las difíciles o tormentosas experiencias, tiene variados significados para los personajes de la Novela, sobre todo en oposición entre Lucy y David; mientras Lucy asocia reconciliación a continuar y dejar los resentimientos atrás, para David es hacer justicia, aprender la lección, pese a que la sociedad le solicitaba lo mismo y él se rehusó a hacerlo.
Finalmente, aunque esta es la primera vez que me acerco tanto a una obra literaria, con sorpresa para mí, y obviedad para otros, me atrapó la forma sencilla pero contundente en que Coetze tiene dibuja los escenarios con sus palabras. Palabra tras palabras, frase tras frase, párrafo tras párrafo se atravesaban en mi cabeza los sentimientos, los rostros, los paisajes y hasta el jadeo de los perros y no me había pasado, con tanta intensidad. Así, esta obra me permitió re-conocer el poder de la narración escrita y las posibilidades pedagógicas y didácticas que como docentes podríamos aprovechar durante nuestras labores educativas.
JENNY CASTELBLANCO
ESTUDIANTE MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN - EDUCACIÓN
SEMINARIO DE LITERATURA
Desgracia, una novela que se relata el contexto del post apartheid, cuenta la historia de David Lourie un Héroe caído victima de las dinámicas mediáticas de la posmodernidad
ResponderEliminarEn este libro podemos dilucidar varios temas de importante análisis como lo son las relaciones paterno-filiales; el racismo, el machismo, el poder, el orgullo y sobre lo que es justo y lo que no.
ResponderEliminarPero creo que el punto de análisis más importante es el temor a la decadencia que todos los seres humanos sufrimos cuando comenzamos a envejecer, el protagonista de esta historia comienza a caer en desgracia desde el primer momento que se involucra con Soraya, y después con su alumna pareciera que el destino trata de darle una lección cuando su hija atraviesa la violación, a pesar de esto la novela no tiene un tinte moral, aunque se pueden diferir muchas interpretaciones de esta Coetzze es muy cuidadoso en dejar espacio para que el lector pueda buscar puntos de encuentro y de cuestionamiento sobre las prácticas y decisiones que toma el protagonista.
En relación con la educación el libro nos hace ver como los modelos pedagógicos presentados son clasificatorios, el régimen del apartheid, como todos sabemos el derecho a la educación era solo de los blancos, la educación no es más que otro clasificador social.
Hay muchos temas que podemos tratar a partir de esta novela, pero hay uno específicamente que me llamó la atención, es esa búsqueda constante de la dignidad. Dignidad del ser en tanto ser, de la profesión docente, de la educación, de las relaciones sociales y de los animales; mostrándonos la dualidad entre dignidad y moral, evidenciada en cada acto de David Lourie.
ResponderEliminarEs curioso la capacidad de adaptación del ser humano, una muestra de ello es Lurie y su hija que se adapta a todas las dinámicas que implican estar en el campo, en donde las reglas de vida son distintas, las dinámicas sociales y económicas son concebidas de otra forma, tanto así que la ley es concebida de otra manera diferente a la que ellos conocen y a pesar de su inconformismo lo aceptan.
ResponderEliminarEn la ciudad, la universidad y los estudios son cosas muy importantes para el progreso personal y económico, por medio de él se fundan las buenas costumbres y los valores, esto no implica claro, que el campo no sea generador de valores y costumbres, pero en él, el estudio es solo un papel secundario y lo que importa es el trabajo que puedas realizar por ti mismo. En esta obra el papel del maestro es sólo un instrumento, una pieza fácilmente reemplazable, lo que es valioso para él, es decir todos los estudios a los cuales le ha dedicado su vida, no son importantes ni para sus estudiantes, ni para la institución.
Esta obra nos muestra que la violencia, el racismo y la intolerancia no son diferentes dependiendo del la ubicación, estas dinámicas se repiten en todo el mundo, pues, al compararlo con la realidad Colombiana la situación no cambia, aquí o allá se ven actos barbáricos producto de la falta de tolerancia, por el aire de superioridad que pude tener el ser humano, es como si la lucha que ha tenido el ser humano por humanizarse, se perdiera y proclamara que el hombre es solo un animal más que obedece a sus instintos.
Esta obra a la vez que retrata el comportamiento humano, hace denuncia una denuncia silenciosa de esa pérdida de humanidad; su carácter exquisito y de fina escritura, nos regala momentos de enajenación en los que en vez de leer quisiéramos devorar las páginas para saber qué es lo que ocurrirá después.
La obra de Coetzee a mi parecer es una obra majestuosa tocada por Dioniso, pues a través de ella se puede llegar a sentir el desenfreno y lo desgarradora que puede ser la vida misma.
ResponderEliminarLa magia de esta novela radica, en la forma fascinante en la que el autor narra y describe lo que en esencia suscita la existencia y vivencias de David Lurie; recreando escenarios y situaciones que involucran al lector de tal modo, que lo convierte en un personaje más, que a manera de sombra sigue los pasos del protagonista y que del mismo modo, se queda impotente al no poder intervenir o modificar los diferentes sucesos que rodean la desgracia en la que se ve envuelta Lucy.
Considero que a lo largo de la historia existen diversos elementos importantes que evidencian las tensiones dadas por el momento postapartheid en el que se desarrolla la obra, uno de ellos es la tolerancia, como aquel elemento que lleva a lo humano a la putrefacción, a la anulación completa del ser, en tanto que lo conduce a aceptar o aguantar con resignación determinada situación, es decir; las diferentes situaciones que vive Lurie, se ven condenadas a este elemento, un ejemplo de esto, es lo sucedido con Melanie y su novio; las agresiones hechas por este ultimo fueron asumidas por el protagonista con cierta impotencia al no encontrar posibilidades de diálogo, puesto que la posición irracional del sujeto agresor impedía otras formas de comprender lo sucedido con Melanie.
A su vez, esto también se refleja en la desgracia vivida por su hija, al tener que soportar el convivir con uno de los violadores y agresores de Lucy, quien era protegido por Petruss y en cierta forma también por Lucy, que toleraba dicha situación, lo que evidentemente ponía al protagonista en un conflicto personal constante, pues todo su conocimiento no le permitía comprender la lógica utilizada por Lucy y Petruss, hasta el punto que Lurie finalmente termina tolerando y soportando con resignación lo sucedido. Lo que en efecto puede llegar a develar un sentimiento que emerge dado el fin del apartheid, pero a su vez evidencia que existe un problema, que exige un dialogo que conlleve a otra forma de comprensión de los hechos y no a la mera tolerancia…
Tatiana Bogotá Rodriguez
La obra de Coetze, es un lienzo pintado de grises y ocres, que plasma la escena de la vida bajo los ojos de un alma sincera en busca de su esencia. David Lurie el héroe caído de las batallas contemporáneas, ve la realidad de una manera sórdida y algo ocre.
ResponderEliminarLo que le permite sufrir de una manera digna, el gris estupor de la cruda realidad de la negra tierra teñida de rojo. Sudáfrica punto nacimiento del apartheid, se debatió entre los ires y venires de dos colores, el blanco y el negro de sus habitantes. De estas tensiones, Lucy una valiente doncella cae victima de las atroces consecuencias de una sociedad en transición, asume una posición inexplicable para el publico en general, demuestra que la sencillez y la apacible tranquilidad a veces pueden ser lo único necesario para vivir.
Desgracia es en sí, un tratado del ser y del peso de sus decisiones en este camino de la dolce vita.
Desgracia puede considerarse una elegía a la desesperanza, pues los protagonistas enfrentan su destino e intentan salir de él. David se le va de las manos el mundo que ha construido lleno de lejana poesía inglesa y amores fortuitos, Lucy rehace nuevamente su vida no como dueña de su tierra sino como futura madre esperando cosechar mejores flores y frutos en su tierra. Ambos han tenido que reconstruir su mundo, dando paso a otros que están llenos de odio.
ResponderEliminarDesgracia es una obra interesante que narra las diferentes pulsiones de los seres humanos. Estas son las que hacen que las personas tomen decisiones y los lleven a la confrontación du sus propios valores y su forma moral de ver la vida. Son muchas circunstancias que se enmarcan dentro de la obra que hablan del poder de las profundidades emocionales de las personas.
ResponderEliminarEl protagonista de la obra, es el fiel exponente de la “desgracia” de los seres humanos, la cual esta delimitada por la edad evolutiva, es decir, muchas de las vicisitudes que este enfrenta son producto de sin sabores, prohibiciones y fuertes pensamientos que lo han llevado a realizar actos que para el resto de la humanidad pueden ser tachados de inmorales.
La prohibición también juega un papel importante en esta historia, es ella quien de alguna manera moviliza las fuerzas de los otros y los empodera a realizar actos impensables. El modo crudo con el se cuenta la historia es la evidencia de la fuerza de los personajes y de la expresión misma de la naturaleza humana.
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ResponderEliminarCoetzee no era un escritor conocido por mi. Cuando me enfrente a su obra "Desgracia" no pude perder de vista varios detalles que llamaron mi atención.
ResponderEliminarEn primer lugar, el mismo David Lurie, un hombre mayor, quizá obsoleto para la sociedad a la que pertenecía, no sólo por su edad sino también por su practica profesional. Da la impresión que es un ser no tan preocupado por su rol de profesor...
Lurie se condena a si mismo al destierro al haber pecado contra la apariencia y el status de su lugar de trabajo. Una condena que muchos atribuimos equivocadamente al hecho de haberse involucrado con Melanie.
Errante, su camino lo conduce al reencuentro con su hija Lucy. Allí se enfrentará con su propia desgracia.
Coetzee, bajo mi lectura, muestra al ser humano en todo su esplendor existencialista.
La vida, la muerte, la angustia, el dolor, el placer, la insatisfacción, la pesadumbre, el odio, la repugnancia, todos estos y muchos más elementos que pululan en la vida de sus personajes.
Por otra parte, Lucy, su desgracia, marcada por el miedo, el desprecio, el placer descarnado. Todos estos nacen de un pasado que los condena por su color de piel, en una Tierra donde ellos resultan invasores.
La relación entre estos dos personajes, es otro aspecto que llama mi atención. Lurie no es un padre dedicado, ni Lucy la hija ideal. Es más una relación lejana. Salvo que Lurie debido a lo sucedido pretende reivindicarse encontrándose con el rechazo, por temor, de ella.
La obra de Byron. Un reflejo de sus experiencias. Un proyecto que quería rescatar del olvido, pero que quedo en la desesperanza como su vida misma.
El aferrarse a un animal que figuró en toda la obra. Con pesadumbre, quizá ternura. Pero que al final encontró la muerte.
Estos y otros elementos más circulan por la obra de Coetzee. Una obra que agradezco haber encontrado en mi camino.
El filme de Steve Jacobs nos permite ver en la vida de un hombre, multitud de experiencias funestas y trascendentes del ser humano. Frecuentemente, nos recuerda la tensión entre los principios y el deseo, la mente o el corazón, una lucha que se convierte en la tragedia humana y que en el caso del profesor Lurie termina por condenarlo a la soledad.
ResponderEliminar¿Cuál es el sentido de la vida?...podemos plantear la vida como una simple búsqueda por sobrevivir, vivimos cuando damos rienda suelta al placer o cuando nos vemos frecuentemente mediados por la experiencia de la moral, que nos traza lo que es bueno y lo que no lo es.
Así mismo, Desgracia revive el panorama de las heridas coloniales en Sudáfrica, la pobreza y la ausencia de buen vivir especialmente en los niños de las zonas rurales. Es una película que nos acerca a nuestra humanidad, en la que como señala el protagonista, más que comprender estos dilemas de la vida es necesario identificarnos con ellos.
Las heridas coloniales generadas por el apartheid en Sudáfrica nos muestran una sociedad sumergida en la barbarie y decididamente violenta; los tres jóvenes negros que atacan al profesor Lurie y su hija Lucy, son el reflejo vivo de una guerra que no termina con el desmantelamiento de un sistema legal de segregación racial, en el fondo subyace una herida histórica en busca de ser subsanada a costa de lo que sea y lograr un cambio en la correlación de fuerzas; aquí vemos cómo la fuerza pública se torna impotente frente a la problemática social desatada tras el apartheid, puesto que será la población negra quien imponga condiciones a pobladores blancos como Lucy quien a pesar de las desgracias vividas siente que ese es su territorio y no piensa abandonarlo.
ResponderEliminarSin embargo, para poder continuar allí es preciso perder su tierra, cederla a Petrus quien de manera natural y podríamos decir cínica le ofrece protección e incluso ofrece casarse con ella para hacerse responsable del hijo que viene en camino y que es producto de una violación; lo más cruento es que a pesar de saber quiénes lo hicieron no existe ningún castigo para los agresores, se puede afirmar que impera la ley del más fuerte y la ley del silencio, todo se convierte como en un secreto a voces en donde la correlación de fuerzas ha cambiado y la comunidad negra impone las nuevas reglas del juego.
Por su parte el profesor Lurie al verse involucrado en este conflicto se da cuenta de todo el daño que ha causado a las demás personas como resultado de su forma de ser, de ver el mundo, de vivir la realidad; bajo estas nuevas circunstancias toda su arrogancia y soberbia creada por su posición social e intelectual tendrán que ser confrontadas a través del dolor y la impotencia que se convierten en su única posibilidad para enfrentar las adversidades.
Decía el profesor Lurie citando a William Blake “Mataría antes a un niño en la cuna que albergar deseos frustrados” y en su nueva realidad ni la poesía, ni el impulso, ni la tentación, le servirán de algo, ahora sus deseos de justicia deberán ser mitigados con el miedo, la soledad, la indignación pero sobre todo con el silencio. De esta manera se puede develar toda la complejidad de las contradicciones sociales y sobretodo cuestionarnos por las condiciones de esta humanidad en que vivimos y por un mundo que pareciera estar cada vez mas empecinado en completar definitivamente un proceso de deshumanización incluso a costa de nuestra propia existencia.
Increíble y sorprendente relato sobre la vida en Ciudad del Cabo, Sur África, el racismo visto desde el punto de vista de un profesor de Poesía y su hija, que son sur africanos blancos, los cuales se ven afectados por la sociedad y la raza africana negra, la cruda realidad de entonces, diferencias sociales y estigmas que en el trascurso de la historia muestra una profunda brecha entre razas y culturas.
ResponderEliminarCon la impactante actuación de John Malkovich como el Profesor David podemos sensibilizarnos de aquel lado que sorpresivamente muestra la situación de la moderna Sur África, pues resulta ser expulsado de la Universidad donde trabaja por “acoso sexual” a una estudiante. Sufre el rechazo y el repudio de la sociedad por una relación que muestra la honestidad del individuo y la soledad por algo que no es lo que parece.
La honda herida causada por la esclavitud y el sometimiento de los africanos negros ante los blancos muestra un odio y persecución que termina en la cruda violencia hacia los Blancos, que aún se creen ajenos a esa tierra. En la historia los personajes son violentados física y psicológicamente y lo que mas sorprende es la resignación de Lucy la hija de David ante la situación; ella no tiene mas que bajar la cabeza y aceptar que ella es una extraña en esas tierras donde a pesar de todo desea seguir viviendo y no "causar problemas" como lo afirma su vecino Africano y negro y Peter; mientras tanto David debe sufrir con la angustia de ver a su hija en tan absurda y cruel situación.
Me impacto la habilidad del Director en representar la actual, moderna, sociedad Sur Africana, la pobreza de los negros y su resentimiento ante la posición actual de los blancos y por consiguiente la desdicha de los blancos ante su rechazo social.
Una muestra de la problemática en ese país, pues históricamente estuvieron en guerra y colonización por mucho tiempo, la segregación racial, conocida colectivamente por la palabra en afrikáans apartheid. Como consecuencia del Acta de Áreas de Grupos, que clasificó todas las áreas del país y ciudades de acuerdo a la raza, en donde los suburbios anteriormente multirraciales fueron limpiados de residentes ilegales. Esta es una película que plantea las consecuencias del sometimiento, del perdón, olvido y de una reparación que el Africano sufrió por parte del colonizador, sus heridas toda vía abiertas y llenas de resentimiento .
“Que triste terminar así… como un perro…” son las palabras de David Lurie, el personaje que interpreta John Malkovich en la película basada en la novela de J.M. Coetzee, adaptada por Anna María Monticelli, y dirigida por Steve Jacobs, una película que refleja a través de una gran potencia interior de los personajes, un conflicto que se enmarca en la Sudáfrica posterior al apartheid.
ResponderEliminarUn académico que tras dejar su trabajo a causa del desenfreno del deseo y la soberbia, acude donde su hija, la cual vive en un lugar apartado donde las normas se transgreden; entonces surge el punto de giro de la trama, los dos son agredidos, siendo ella violada por tres hombres negros, quedando embarazada; allí se perciben dos puntos que son extremadamente poderosos, por una parte el contexto socio-antropológico que detona la historia, y por otra parte el peso interno que arrastra cada uno de los personajes, esto los hace conductores de estos dos polos, es así como a pesar de que la cinta no tiene una gran velocidad y fuertes matices de acción, el ritmo llega a ser intenso en cada uno de los silencios y los textos al mejor estilo chejoviano, ahora, si a esto le sumamos algunas imágenes y situaciones en torno a la relación con los perros como metáfora de la existencia, el deseo, el erotismo, la capacidad decisoria, la soledad, la impotencia y el amor…
Podríamos decir que estamos frente a un film, digno de ser analizado y disfrutado desde diversas ópticas, a pesar de un final perplejamente abierto que para mi gusto, no da fe de una evolución trascendente de los personajes.
Marlon Robayo
La película "Desgracia"(2008) homónima de la novela del nobel Coetzee y que cuenta con la actuación de John Malkovich en el papel de David Lurie abre la puerta a la contemplación del absurdo de la vida y el carácter antiheroico que caracteriza la condición humana de nuestro tiempo. Así, su viaje, cargado de desencanto y de situaciones límite, como su relación con la joven del comienzo y sus propios enfrentamientos con sus demonios y el carácter paradójico de los acontecimientos que vive en ciudad del cabo, se presenta como una mirada profunda a los abismos que nutren al ser humano en momentos de indiferencia y de ruptura total de los límites y de los cimentos mismos de la realidad, en medio de un carnaval apasionante de imágenes y planos muy bien logrados para actuar en consonancia con las atmósferas oscuras y sombrías que plantea la obra literaria.
ResponderEliminarAsí, a medida que se avanza en la aventura que plantea el film, a nivel tanto de guión como desde la factura audiovisual, es posible observar de manera secuencial y en crescendo una serie de efectos, miradas, planteamientos y hechos que llevan al fondo de la desgracia, pero también a la idea del encuentro con la gracia, con ese espacio en el que despojado de todo, renueva la fortaleza el ser como parte de su condición. Una tarde violenta, un regreso a un lugar donde hasta el idioma es cortante y que a pesar de ser propia le hace sentir como extranjero en una granja desolada,no son solo el telón para entrar en las profundidades del abismo, sino el pozo para encontrar el espejo enterrado de sus demonios, donde Lune por fin logra verse a sí en su mismidad y en la trágica condición que caracteriza a los seres de este tiempo y que no es otra que la secularización y el desencanto, el desanimo ante un tiempo de idolos caidos, de desgracias infinitas y de viajes que se hacen cada vez más necesarios para el encuentro con un "yo" ausente y perdido entre la velocidad y el absurdo de la vida cotidiana.
Desgracia.
ResponderEliminarLa soledad abarrotada de presencias que entran y salen sin dejar una huella se va transformando en la analogía de una sociedad en la que las rencillas abonadas durante milenios han llevado al ser humano a actuar como animales, sobrevive el más fuerte. Así, vemos como el profesor David Lurie abandona su estado de confort, su vida docente y abre los ojos para enfrentarse a un mundo desprolijo y cargado de actitudes salvajes, le cuesta trabajo comprender la maraña de pugnas apañadas y brutales que hacen su aparición en la granja de Lucy, sin embargo, es un acto que él mismo ha realizado a otra escala, haciendo gala de su posición.
Quien ejerce la fuerza lo hace sirviéndose de su condición, ya sea desde una figura de poder o a través de las ventajas numéricas y talantes airados. Los escenarios son micro estados, un fractal que se repite y se disemina por una nación. El silencio y la sensación de seres abandonados es una constante en esta historia, una raza que se doblega en parte de pago por una simbiosis que no termina de congeniar con otra que reclama y desprecia, una vendetta pactada mucho atrás, de la que se sienten víctima y victimario alternadamente.
Despojarse de sí, renunciar a lo que se es y desnudarse ante la mentira de la sociedad, es ahí donde está la gran enseñanza del libro de Coetzzee “Desgracia”.
ResponderEliminarEsta novela muestra una realidad cruda, en la que él ser humano, ve la vida desde lógicas en yuxtapuestas y difíciles de comprender, pero que son ciertamente reales. Cuenta la vida de David Lurie un profesor que con orgullo de medio siglo ve en el ser que el mismo formo, es decir su hija Lucy, una persona incognoscible para él, puesto que ella entiende el mundo desde una postura que no cabe en su mirada avara e insensible al dolor ajeno. Coetzzee nos refleja en el hecho incisivo de mostrar al perro como subordinado a la voluntad humana y que a la vez muestra afecto a su verdugo, una muestra metafórica entrelazada con Lucy, una joven mujer que asume en su devenir con el peso de males ancestrales que a ojos ajenos no son culpa suya, pero que los siente como propios, volcándose incluso a la hipersensibilidad ajena que le cuesta de su propia felicidad.
Esta novela es una crítica a nuestra lógica capitalista, que se ha basado durante siglos en la ley del Talion y que no permite el arrepentimiento sincero y la equidad en la toma de decisiones.
La película muestra como David esta inmerso en un total desapego a la realidad de la vida, donde la posición de poder del ser toma por su mando el juicio de otros, aprovechándose tal vez de su debilidad. David interpreta a un ser totalmente racional, desprendido de la humanidad, es la muestra del hombre que sólo se libera de sí mismo por medio de supleción de necesidades efímeras, pero que viéndose enfrentado ante actos de la misma magnitud, respecto a su hija, siente la necesidad del perdón, perdón que nunca antes había sentido necesario al no ser consiente de su actuar con la humanidad (en este caso las mujeres adolescentes, en las cuales buscaba refugio de desaforación, mas no de sentimientos, donde Melany su estudiante se atreve a denunciarlo). También se puede observar allí la posición maternal de la mujer (Lucy, hija de David), una mujer guerrera, luchadora, la cual después de aguantar la humillación de una violación, asume con total arraigo el valor fundamental que tiene la vida y lo demuestra al no poner como pretexto la violación a la que fue sometida ante el repudio que podría sentirse en el momento de concebir un hijo a causa de dicho evento.
ResponderEliminarVictor Hugo Garcés
ResponderEliminarEn el film la concurrencia del apego al territorio y el conflicto personal tienen una tensión bastante difícil de solucionar. Cuando se encuentran los sentimientos con la territorialidad, los problemas comienzan a configurar otra dimensión; las problemáticas pasan a un segundo plano y la solución es intervenida por la necesidad y no por el sentir de la individualidad.
La desgracia es dibujada en la medida que la conciliación en conflictos atravesados por la intolerancia racial trasgrede las personas y las determinan a ciertas configuraciones afectivas y relacionarías que no son propias de la dignidad humana.
Desgracia es un film donde las tensiones están al orden del día y donde se juega con la dignidad en una contexto de diferenciación racial y territorial.
La Desgracia, es la animalidad humana que expresa bien este fragmento de la novela de Coettzee llevada a la pantalla gigante. David el profesor representa a un hombre que necesita de una hecatombe en su vida para comprender los alcances de sus propios actos, representa a la humanidad perversa en su construcción social, algunos dirían por naturaleza, que en medio del deseo de su libre albedrío, no se hace consciente de su crueldad, hasta que no siente en carne propia los actos despiadados que comete.
ResponderEliminarEn el caso del profesor, quien no tenía porque sentir culpa por haberse enamorado de una estudiante, sino por las formas de seducción y poder ejercido sobre ella, tuvo que ver a su propia hija siendo víctima de otros hombres que igual a él, por razones que no podía entender, la violentaron. Solo en ese momento pudo estar del otro lado y reconocer que cometió un error, pedir perdón e iniciar una etapa para terminar con su propia desgracia, la de saberse un monstruo como el de su ejemplo del libro en clase.
El animal intelectual constantemente incurre en des propósitos a causa de las aberraciones sexuales, los vicios desmedidos, la ambición, la crueldad y no importa sus costumbres, principios o cultura, actúa en forma muy similar causando Desgracia.
Al ver “desgracia” surgen muchos sentimientos encontrados los cuales son causantes de reflexión o crítica sobre la condición humana; aparece el querer y el sentir, relación que en ocasiones va en discrepancia, aquella ley del “embudo” que se puede explicar “a uno le gusta hacer, pero que no le hagan”.
ResponderEliminarAños atrás, cuando la ley del talión era vigente, el terror se apoderaba de todo cuanto negativo sentíamos en el ámbito público con las mayores ínfulas de justicia, solo aquellos que lo padecían, el dolor, lo reprochaban. En la actualidad, un siglo donde los sentimientos se han individualizado a tal punto, que lo referente al otro pasa a un plano inexistente, superfluo e inocuo donde los sentidos sociales no tienen aplicación, ni fundamento fuera del bienestar individual, será que realmente ¿se ha abandonado la ley del talión?
Como poder considerar que los comportamientos en los que nos vemos inmiscuidos a diario no corresponden a herencias sutiles guardadas en nuestro subconsciente social, como fundamentos de justicia, tal vez cuando son nuestras propias fibras observadas sin la radical razón las que hablan, solo allí, en ese eterno instante de indignación comprenderemos algo de lo que significa el otro, el que esta fuera de sí y el que también siente.
Es gracioso pensar que nuestros sentires están adiestrados, pero pareciese que así lo fuera. Que los códigos sociales, las apariencias y las instituciones están allí para recordarnos cual es la ruta a seguir, pero en la ambigüedad de la sociedad la acción, las decisiones están supeditadas al sentir, más que al deber.
¿Para qué vivimos si no es posible expresar nuestras reales sensaciones, anhelos, por estar encerrados en el marco de las orientaciones de la moral?, tal vez porque podemos exponernos altamente a vulnerar al otro, quizás esa sea la razón.
"Desgracia" es de lo que en muchos escenarios se acompaña la vida mundana y trivial a la que estamos acostumbrados a vivir. En este mundo moderno donde el dinero vale más que la humanidad, más que los valores y más que el sentido propio de la existencia, nos sentimos agobiados por las situaciones difíciles, por los desaciertos, por la falta de fe y la continua desesperanza que nos cobija a diario. ¿Será que la solución está en refugiarnos en nosotros mismos, abstrayéndonos del mundo y la banalidad como lo hizo el profesor David? o ¿será que la respuesta está en aprender sobre todas las cosas a apreciar la otra cara, a veces un poco oculta, de la vida, de las relaciones humanas y las cosas rescatables que permiten que la humanidad se sostenga aún en pie?
ResponderEliminarLa película y la actuación de Jhon Malkovich, que por cierto siempre es majestuosa, nos presenta una vida de desgracia que nos lleva a preguntarnos de qué manera vivir y habitar el mundo, si refugiarnos en la pena y en el hastío como posibilidad de vida y forma de sobrellevar las situaciones o regocijarnos en los detalles que hacen de la vida algo rico de vivir a pesar de los problemas. Pienso que cada quien hace una lectura y un balance de su propia existencia con base en los medios que le han permitido vivir en este mundo.